Ideas para Padres de Esther Montmany

Escrito por: Emelina Corrales

Este BLOG fue escrito por Esther Montmany, Muchas Gracias !!

Queridas familias,

Mi nombre es Esther Montmany. Durante más de veinte años he estado investigando y poniendo en práctica maneras de relacionarnos desde el respeto con l@s que están creciendo a nuestro lado y a quién tan profundamente amamos. He ido comprendiendo qué es lo que realmente necesitan de nostr@s y que es mejor que evitemos, no sólo para generar un clima de amor en casa y en nuestros corazones, sino también para propiciar un crecimiento con autonomía y evitar así relaciones de dependencia y cansinas… Durante años he asumido la crianza y la educación de mi hija y de mi hijo, una oportunidad que además de ayudarme a madurar enormemente, me ha unido de forma indecible a l@s que más quiero. Requirió de mucha dedicación, con grandes retos y alegrías. Ahora que ya son jóvenes, siento que recojo el fruto de toda esa dedicación, pues siento que hemos aprendido verdaderamente a escucharnos y a relacionarnos con amor y confianza recíproca. L@s veo capaces de ir tomando sus propias decisiones y dibujar su propia vida.

En este momento, podemos quedarnos en casa y compartir sin prisas con l@s que más queremos y más nos necesitan. Podemos aprovechar para encontrarnos y aprender a escucharnos mutuamente. Podemos reflexionar cómo queremos estar con ell@s, qué les queremos dar…quizás nos demos cuenta que no sabemos por dónde empezar… Este es también un buen principio. Por mi lado quiero acompañaros en lo que pueda y hasta donde queráis. Voy a compartir pequeñas propuestas que a mí me ayudaron y quizás sean útiles para ti. Lo importante es que seas tu mism@, porqué es a Ti a la persona que más quieren del mundo.

PRIMERA PROPUESTA: CUIDAR DE TODO CORAZÓN

Puedes dedicar un tiempo de exclusividad a satisfacer las necesidades básicas de tus peques. Toma consciencia de lo maravilloso que es su cuerpecito, de su perfección y hermosura. Al duchar o lavar las manos, la cara o los dientes. Al vestir, peinar el pelo, cortar las uñas o ofrecerle un vaso de agua… Utiliza estos momentos sencillos para volcar toda tu ternura y amor. Escucha su ritmo, ten en cuenta su comodidad y preferencias. No ignores sus quejas y encuentra la manera de que sea muy agradable. En la medida de lo posible, dale tiempo y facilita que sea él o ella misma quien lo haga. No dudes en colocar una banqueta o utilizar un cubo. Crea un ambiente que os ayude tanto a hacerlo cómodo como a propiciar la autonomía de tu hij@. Mientras dure el cuidado, evita interferencias de otras personas (incluso de su herman@). A ser posible. ni tan siquiera respondas al móvil o responde con el fin de posponer la llamada para otro momento. Disfrutad de estar junt@s. Que gusto, no tienes prisa para ir al cole ni demás. No lo haces para que l@ vean y l@ admiren, simplemente para daros la oportunidad de sentiros bien. Haciéndolo así se sentirá tremendamente amad@ e importante. ¡Justo lo que es!

Puedes probar esto al menos dos veces al día, por la mañana y antes de ir a dormir. Dedica a estos cuidados al menos dos horas diarias. Es posible que sea una experiencia agradable que te una mucho a tu peque, o puede que surjan tensiones y dificultades. Recuerda que no estás sol@ y que podemos compartir para seguir creciendo.

NOTA: Para bebés incluye sobretodo amamantar con plena atención y amor, igualmente con los cambios de ropa y pañales.

 

SEGUNDA PROPUESTA

Mantener un ritmo regular y estable también os ayudará mucho a organizaros, a comer y descansar bien y a integrar tanto el compartir como los ratos de descanso. Ahora tenemos la oportunidad de encontrar nuestro propio ritmo según nuestras propias necesidades, un lujo que no podemos dejar escapar. Si somos capaces de integrar un ritmo afín a lo que necesitamos, nos sentiremos bien lo que resultará en una gran armonía. Para mí el ritmo debe de integrar:

Tiempo para cuidar de nuestro cuerpo: Esto incluye descanso, higiene, vestir, masajes, un ritmo de comidas saludables y estable. Evitemos el picoteo y si tienen hambre entre horas podemos ofrecer fruta y frutos secos naturales y de temporada.

Tiempo para cuidar de nuestras cosas: Cada vez que hacemos algo, hay un montón de cosas que nos ayudan. Para dormir hay las mantas, el pijama, las zapatillas etc. Para lavarnos hay la toalla, el jabón, el lavadero…El ritmo integra el cuidado de todo lo que nos ayuda una vez lo hemos acabado de usar. És decir, después de duchar, colgamos la toalla para secar, recogemos los jabones y fregamos. Después de dormir, hacemos la cama y plegamos el pijama, después de comer recogemos la mesa y lavamos los platos…Cuando lo hacemos integrado con la actividad, podemos cultivar un buen habito en nosotr@s y en l@s peques así como evitamos que se nos atrase la faena domestica. Es una oportunidad de cultivar la gratitud hacia todas estas cosas que nos hacen la vida muy cómoda.

Tiempo para actividad espontanea no dirigida. Se trata de poner materiales sencillos a su disposición para que puedan elegir de varias actividades y desarrollarlas por si mim@s. Nuestra presencia puede ser a la vez tranquila y disponible, pero sin resolver sus dificultades ni intervenir en exceso.

Tiempo para escuchar. Podemos aprender a escuchar tanto sus alegrías como sus quejas sin juzgarlos ni dejarnos arrastrar en exceso. De esta manera nos convertimos en una compañía interesada y a la vez segura y estable. Esta actitud puede permitir que l@s más pequeñ@s pasen sus crisis con nuestro apoyo a la vez que encuentren sus propias soluciones.

Tiempo personal: En la medida que vamos encontrando un ritmo pensado para que nos permita cuidarnos y estar bien, la capacidad de l@s niñ@s de estar tranquil@s y darnos espacios cuando lo necesitamos aumenta. Durante esos ratos, ell@s también aprovechan o para descansar o para dedicarse a lo que les interesa.

Un ejemplo de ritmo:

Antes de levantarme miro de relajar mi cuerpo en la cama y abrazar todo lo que sucede en mi. Escucho mis miedos, mis cansancios y mis alegrías. Me doy un tiempo de exclusividad. Me mimo y cuido el cuerpo. Quizás pueda meditar ni que sea unos minutos, hacer estiramientos… Luego cuido de mis cosas con gratitud y atención. Hago la cama, recojo mi pijama, me tomo algo caliente…

Cuando se despierten, recibo a mis hij@s con cariño y a ser posible con cierta exclusividad para cada un@. Acompaño quejas y descargas en caso necesario.

8:00/9:00 Ofrezco un desayuno y recogemos el desayuno.

9:30/10:30 a 11:00: Atiendo las necesidades básicas de mis peques por separado. Con amor y plena dedicación. También hacemos las camas, recogemos la ropa…

De 10:30/11:00 a 12:30 Actividad espontanea o pueden apoyarte en algunas de las cosas que quieras hacer como cocinar, poner lavadoras…

12:30 Comida y recoger

13:30 a la 14:30 Descanso o actividad muy tranquila

14:30-Juego libre y alguna propuesta. Si os es posible pequeños paseos, salir al jardín, o observar la ventana

16:00 Pequeña merienda y recoger

De 17:00 a 18:30 Juego libre y recoger

18:30 Cena, recoger

19:00 Bajar luces y evitar estímulos. Ofrecer exclusividad en necesidades básicas. Bañera o lavarnos la cara, los dientes, las manos etc. ponernos el pijama… Permitir y escuchar quejas y descargas en caso necesario.

20:00 Cuento

20:30 Descanso

 

TERCERA PROPUESTA: REESTRUCTURAR LA CASA

Puedes organizar la casa de tal manera que para tus hij@s sea más fácil acceder a lo que necesitan y dependan así menos de ti. Por ejemplo, puedes colocar los platos y los vasos a su alcance para que puedan cogerlos cuando necesitan, así como una jarra de agua liviana para que se puedan servirse si tienen sed. Recuero que teníamos una banqueta con un cajón donde ponía su estropajo para que pudieran lavar sus platos. Les gustaba mucho. Tu puedes encontrar tus maneras de facilitarles su trabajo.

Yo tenía la casa ordenada por rincones que ayudaba mucho que pudieran dedicarse a sus actividades sin depender en exceso de mi. El rincón de manualidades, por ejemplo, donde tenían tijeras, pegamento, diferentes materiales como algodón, cartón, hilo, celo…En el rincón de los experimentos tenían cositas de comer, hierbas, especies y utensilios varios para mezclar, rallar, moler e incluso calentar. Tenían un rincón con instrumentos sencillos de música, uno con disfraces o telas. Uno con juegos, otro con material de construcción, otro con cuentos, un espacio para juegos más ruidosos con un colchón de muelles. Cada rincón tenía sus utensilios para, una vez acabada la actividad, dejarlo limpio y ordenado. Si se olvidaban les recordaba e incluso les ayudaba. Lo transmitía de forma natural, no como una lucha. A veces le paraba la actividad en la que estaba hasta que recogíamos la anterior. Poco a poco fue algo integrado en nuestra dinámica y las visitas también lo respetaban. En los momentos que aún aprendían a recoger sólo ponía los rincones más fáciles de recoger y ofrecía los otros cuando tenía tiempo para acompañarlos.

QUARTA PROPUESTA: EVITA LAS PANTALLAS

Las pantallas parecen un buen recurso ya que durante ese rato se quedan parados y la casa se llena de tranquilidad. Pero en realidad no es para nada la naturaleza de los peques el estar pasivos y quietos absorbiendo un montón de información y estímulos. Aunque aparentemente es una ayuda que aporta tranquilidad, en realidad tiene un efecto secundario mucho más ruidoso que la tranquilidad que te ha ofrecido durante un tiempo. Tendrán que descargar de una manera u otra todos esos estímulos y actividad desequilibrada. Quizás les costará dormir o se despertaran a menudo. Quizás se aburrirán todo el tiempo que no tienen ese estímulo. Las pantallas, son una forma de entretener que no fomenta en absoluta la toma de decisión ni la creatividad del individuo, por lo que genera más bien dependencia y pasividad. Por otro lado, no favorecen su verdadero aprendizaje y crecimiento, por más pedagógicos que los programas puedan parecer. Nuestr@s hij@s aprenden moviéndose, probando, experimentando, encontrándose con dificultades y superándolas. Cuando tienen esta oportunidad además de madurar y aumentar su confianza, se cansan.

Mi propuesta es sustituir las pantallas por un ambiente sencillo pero rico en propuestas. Sustituir las pantallas por nuestra presencia interesada y nuestra perseverancia en entendernos y relacionarnos con respeto mutuo. Para que la armonía se quede en nuestra casa sin necesidad de apoyos que en realidad no responden a nuestras verdaderas necesidades y naturaleza. Entiendo que las crisis pueden formar parte del cambio. Pero si perseveramos se abrirán nuevas posibilidades en nuestras relaciones y en nuestro hogar y viviremos con más calidad.

QUINTA PROPUESTA: APRENDER A ABRAZAR EL SUFRIMIENTO

Tod@s queremos ver a l@s pequeños sonriendo y felices. Es un gran gozo cuando están bien. Pero ell@s a veces están mal. Hay cosas que les cuestan, que les enfada, que les aburre, que simplemente no quieren hacer, aunque deben hacer… Para mí la verdadera felicidad no puede echar raíces en nuestro hogar hasta que no aprendemos a dar espacio a todas estas emociones sin condenarlas. Los celos, la rabia, la tristeza…podemos escuchar atentamente e incluso poner nuestras propias palabras a lo que vemos que están viviendo. Esto no implica que tengamos que asumir el rol de salvadores y evitar a toda costa que se sientan así. Tampoco implica que debamos permitir que la persona afectada rompa cosas o tire su malestar contra otr@s. Este es una de las oportunidades más grandes que tenemos, a la vez que una de las más difíciles de aprender. Pero la verdad es que cada paso que andamos en esta dirección tiene una repercusión inmensa en la calidad de relaciones y de vida que se establece en nuestra familia.

Confía en tu creatividad. Aquí todos estamos aprendiendo y creciendo. Sobretodo cultiva mucha paciencia, contigo mism@ y con l@s demás!

Para terminar… antes de dormirte puedes hacer una lista mental o escrita de todas las cosas que has hecho bien. Las veces que has tenido paciencia, aunque te ha costado un poco. Las que te has enfadado, pero has podido mantener la calma. Los besos, las comidas, los trabajos…Agradece tu infinito amor y gran dedicación. Dile adiós a tu día y pon la atención a tu maravilloso cuerpo. Agradece a cada parte, cada musculo, cada sentido y relájalo… Buenas noches…